A través del sueño y el descanso, es que se restablecen nuestras funciones físicas y psicológicas esenciales. De esta manera podemos disfrutar a plenitud nuestro día a día.
Un mal dormir puede ser causa de patologías físicas y psicológicas, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, síndromes metabólicos, enfermedades psiquiátricas, entre otras.
Cada uno de nosotros es único, por lo tanto, también lo son nuestras necesidades de sueño.
La cantidad de horas de sueño requeridas dependerán de factores como la edad, el género y la actividad física realizada, sin embargo, es recomendable para un adulto sano dormir entre 7 y 8 horas.
Para descansar adecuadamente y evitar trastornos del sueño, te dejamos una serie de recomendaciones que consideramos te pueden servir.
No es suficiente simplemente dormir para tener un buen descanso y que nuestro sueño sea reparador.
Un gran medidor de la calidad de tu sueño, es el despertar, cuando te despiertas fresco y con energía, significa que has descansado lo necesario y estás listo para comenzar un nuevo día.
Factores tan simples como los alimentos y bebidas consumidas durante el día, los medicamentos prescritos o no los no prescritos, así cómo nuestras condiciones de salud y funciones laborales pueden alterar nuestra calidad del sueño o generar dificultades para conciliarlo.
Te invitamos a que observes cómo te sientes al despertar, para evaluar la calidad de tu sueño y puedas tomar las decisiones que mejor beneficien tu óptimo descanso.
Aprende a cómo cuidar tu calidad del sueño, a través de sencillas recomendaciones.
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