Día Mundial de la Salud Mental.
marzo 13, 2023Nuestras emociones en épocas Navideñas.
marzo 13, 2023Celebrando a nuestros ancestros.
El Día de Muertos es una celebración mexicana que nos sirve para recordar lo finitos que somos, que la muerte es parte de la vida y debemos celebrarla.
Esta celebración de origen prehispánico, surge de nuestros pueblos indígenas para enseñarnos que debemos percibir la muerte como una etapa más del ciclo de vida y honrarla como proceso.
Los mexicas creían en el Mictlán o “lugar de los muertos” en el que las almas de los difuntos tenían que sortear una serie de obstáculos para conseguir el descanso eterno. Durante los días 1 y 2 de noviembre, se celebran primero a los infantes que murieron inocentes y después a los guerreros fallecidos en batalla, acompañando sus procesos a través de ofrendas, que no solo ayudan a las almas a encontrar el descanso eterno, sino también para facilitar el proceso de duelo de los familiares.
La psicología del duelo.
El duelo es un estado psicológico resultante de la pérdida de un ser querido; siendo el proceso en el que se sume, asimila, y se supera la pérdida.
La manera en la que se expresa el duelo, depende mucho de la cultura, las situaciones de la pérdida, los recursos personales de cada individuo, entre muchos otros factores.
Éste puede ocurrir inmediatamente después de la partida o en los meses subsecuentes, y la duración del mismo varía de persona en persona
La psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross ha identificado 5 etapas en el proceso de duelo; siendo éstas la negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
La negación se vive como incredulidad ante la noticia, siendo un mecanismo de defensa.
La ira se experimenta cuando nos damos cuenta de que la negación no puede continuar, ésta se puede proyectar hacia todo lo que represente vida.
La negociación involucra esperanza, se busca posponer o retrasar la pérdida y se revalorizan los recursos.
La depresión está constituida por la conciencia de que la muerte es inevitable.
Finalmente, llega la aceptación, es cuando se encuentra paz y comprensión de la situación.
Estas etapas no necesariamente se viven en orden ni todas las personas llegan a experimentarlas en su totalidad, generalmente se viven como efecto montaña rusa, pasando por dos o varias, una y otra vez hasta llegar a la aceptación.
Alcanzar la etapa de aceptación, significa que nos hemos adaptado, sin embargo, la sensación de pérdida puede durar décadas. La pena por la ausencia de la persona puede ser recordada tras un evento o fecha importante, ocasionando el surgimiento de emociones fuertes.
La clave para la recuperación y la aceptación de la pérdida radica en nuestras redes de apoyo, familiares y seres queridos, así como grupos de apoyo, organizaciones comunitarias o profesionales de la salud mental.
Utilicemos estas fechas para rememorar y celebrar la vida de nuestros seres queridos, recordemos aquellos momentos felices que compartimos con ellos; podemos enmarcar una foto que nos guste, plantar un jardín en su memoria, platicarles a los chiquitos de la familia sobre esa persona y lo importante que fue para nosotros, existen muchas cosas que podemos hacer para honrar la vida de nuestros seres queridos que han partido antes de lo que nos hubiera gustado, cada uno de nosotros conocemos la forma más significativa para honrar esa relación tan especial.
Existen culturas en las que la pérdida de un ser querido, es motivo de celebración y conmemoración de su vida. Te contamos más al respecto.